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Prevención de la preeclampsia

Reposo en cama y dieta

La frecuencia de la PE no se reduce con reposo en cama, restricción de ejercicio físico ni cambios en la dieta, como la restricción de sal o los suplementos de magnesio, zinc, folatos, vitaminas C, D y E o aceite de pescado.

La suplementación con calcio en mujeres con dietas deficientes en este mineral podría reducir a la mitad la tasa de PE. Los datos preliminares sugieren que el uso profiláctico de pravastatina podría beneficiar también a las mujeres con alto riesgo de PE.

Aspirina a dosis bajas

El uso profiláctico de aspirina a dosis bajas para la prevención de la PE se ha estudiado ampliamente. Un meta-análisis mostró que la administración de aspirina a dosis bajas en embarazos de alto riesgo conseguía reducir un 10% la incidencia de PE. Sin embargo, en la mayoría de estudios, la aspirina se inició después de la semana 16 y a una dosis inferior a 100 mg diarios.

En cambio, otros meta-análisis mostraron que la aspirina iniciada antes de la semana 16 conseguía reducir a la mitad la tasa de PE, mientras que si se iniciaba tras la semana 16 no había un beneficio significativo. Además, el efecto beneficioso de la aspirina era dosis-dependiente, con una mayor reducción en la incidencia de PE cuando la dosis era superior a 100 mg diarios.

En 1543 AC los egipcios usaban extracto de sauce como analgésico.

En 400 AC Hipócrates utilizaba el polvo que extraía de la corteza y las hojas del sauce para tratar cefaleas, dolores y fiebres.

En 1828 Johann Buchner, en la Universidad de Munich, extrajo el ingrediente activo del sauce y lo llamó salicina (término latino para sauce).

En 1915 Bayer creó las pastillas de aspirina.

En 1979 Crandon e Isherwood reportaron que las mujeres que tomaban aspirina regularmente durante el embarazo eran menos propensas a padecer PE que las que no la tomaban.